Bolivia vapulea a la Argentina de Maradona (Especial)
Un 1 de abril como hoy, pero de 2009, Bolivia había goleado a la Argentina por 6-1 con tres goles de un tal Joaquín Botero.
Un 1 de abril como hoy, pero de 2009, un resultado deportivo daba la vuelta la vuelta al mundo cosechando incrédulos a su paso: por el clasificatorio para la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, Bolivia había goleado a la Argentina por 6-1 con tres goles de un tal Joaquín Botero.
La sorprendente noticia, reconfirmada hasta el hartazgo en numerosas redacciones periodísticas previa a su publicación, adquiría una dimensión mayor porque el seleccionador albiceleste era ni más ni menos que Diego Armando Maradona. Un apellido que, sumado a los de Lionel Messi, Carlos Tévez y Javier Zanetti, entre otros, ponía al combinado argentino como amplio favorito al triunfo en los análisis previos.
Vale recalcar que el encuentro se disputó en La Paz, una plaza difícil para cualquiera sin importar sus pergaminos, pero Argentina llevaba 12 años sin perder allí por eliminatorias mundialistas. Como si fuera poco, venía de golear a Venezuela 4-0 en debut oficial de Maradona en la competencia preliminar, y marchaba segunda en las posiciones pese a la irregular campaña que había cumplido bajo el mando de Alfio Basile, quien había renunciado en octubre de 2008.
Bolivia, en cambio, navegaba por el fondo de la tabla: con apenas dos triunfos y 12 goles a favor en 11 encuentros, estaba 9°, lejos de los puestos de clasificación directa. En su humilde plantel descollaba la figura del goleador Marcelo Martins, aunque las críticas al equipo recaían sobre su entrenador, el histórico Erwin Platiní Sánchez.
Sin ir más lejos, Maradona, que había defendido el derecho de Bolivia a ser local en la altura de La Paz, recibió una ovación en la presentación de los equipos, detalle que quedó más expuesto aún por el coro de silbidos que los casi 31.000 espectadores le propinaron al propio Sánchez...
Memorable actuación
A pesar de todos estos condimentos, el desarrollo del juego le perteneció al anfitrión de principio a fin. De hecho, Juan Pablo Carrizo ya había evitado la caída de su arco tres veces cuando Martins, a los 12’, encontró un rebote en el área menor y definió sin dudar para el 1-0.
Argentina, sin embargo, alcanzó el empate a los 25’ por error del arquero Carlos Arias, quien calculó mal ante un remate lejano de Luis González. A pesar de no merecerlo, Messi tuvo en el segundo en sus pies a los 31’, pero falló y lo pagó caro tres minutos después, ya que Carrizo le cometió un penal a Alex Da Rosa que Joaquín Botero cambió por gol.
Ni el 3-1 de Da Rosa, convertido de cabeza tras un centro de Botero sobre el cierre del primer tiempo, permitía imaginar la debacle argentina. Una debacle que empezó a tomar forma a los 53’, con el segundo tanto de Botero, ahora gracias a un testarazo. Para peor, Ángel Di María, que había ingresado a los 57’ por Maxi Rodríguez, fue expulsado a los 64’. Y dos minutos después llegó el tercero de Botero para el 5-1. Superada en todos los aspectos, argentina recibió el último cachetazo a 3’ de final, a través de un disparo de larga distancia de Didí Torrico.
Repercusiones de un resultado
A nadie se le escapó el dato de que el resultado se transformó en el peor traspié argentino por eliminatorias de su historia, superando aquel el 0-5 con Colombia de 1993. ¡Es más, la Albiceleste no recibía seis goles en un partido desde el 1-6 con Checoslovaquia en la Copa Mundial de la FIFA 1958!
En este contexto, “histórica” fue la calificación más decorosa que recibió la caída del equipo de Maradona por parte de la prensa mundial. Otros adjetivos calificativos fueron mucho más crueles: “humillante”, “catastrófica”, “vergonzosa”...
El seleccionador, por su parte, dejó su sello en los vestuarios: “¿Qué le puedo decir al hincha argentino? Que yo sufrí con ellos, y que cada gol de Bolivia era un puñal en el corazón. Bolivia nos superó en todos los sectores y nos ganó bien. Ahora debemos volver a empezar. Si pensábamos antes del partido que nos llevábamos una goleada así, yo habría dicho que era imposible”.
Es cierto que Argentina, pese a la caída, no salió de los puestos de clasificación directa, y eventualmente estaría en Sudáfrica 2010. También es verdad que Bolivia jamás dejó el 9° puesto con el que llegó a ese encuentro, pero aquel día en La Paz escribió uno de los capítulos más importantes de su historia futbolística, sellando a fuego además uno de los peores de su renombrado rival.